domingo, 27 de febrero de 2011

25. Desconocidos

Otome Misuru [lit. Hechicera Damisela]
Koishiteiru Dorei [lit. Esclavo Enamorado]


Dorei era el chico. Misuru era la chica.
Ambos habían estado juntos tres años, pero
aún asi, sólo uno de estos dos se había 
percatado de la existencia del otro. 


Otome Misuru, la mujer más popular entre 
los chicos de tercero y otros salones, fue 
captada y guardada en el corazón de 
Koishiteiru Dorei el primer día de primero 
de secun.
Él era el chico al que nadie hablaba, tenia 
amigos por fuera del salón y era el de mayor 
promedio. A nadie le llamaba la atención el 
interactuar con este chico. Y Dorei no era 
afectado por esto.


Y asi pasaron los 3 años correspondientes 
y el adolescente no le habló en esos 3 años. 
Sólo la admiraba desde lejos, cómo crecía 
y se convertía en una mujer más linda aún.
Cansado ya que ella no supiera de sus 
sentimientos, Dorei resolvió con ayuda de 
sus incondicionales amigos y su pequeña 
alumna, declarársele el día de la graduación. 
En la fiesta. Para alegría del enamorado
el tema de la fiesta era la edad media, la era 
victoriana de Inglaterra. Y él, impecable, fue 
vestido con un traje de caballero más o menos 
de mayordomo de esa época. Todos veían al 
chico mateo del curso impresionados de lo 
guapo que se veía. Las chicas comenzaron 
a mirarlo fijamente. Pero aún no veía a su 
princesa.


Finalmente apareció hermosísima, con un 
vestido rosado arrugado en las piernas, con 
una rosada flor en su pecho rodeada por un 
hermoso moño de tela rayada. Con su hermoso 
y largo cabello dorado y esos ojos índigo que le
iluminaban esa hermosa noche de luna llena.
con guantes negros que llegaban más arriba 
del codo y un sombrero con hermosas flores 
rosadas. Era simplemente perfecta para él. 
El chico, caballerosamente se acercó a la chica
ésta se preguntaba ¿quien es?, ¿cuál es su 
nombre?.. ¿quién es este apuesto chico que me 
saca a bailar?
La tomó por la cintura y entrelazó sus dedos 
con los de ella. Ella, sonrojada, puso delicada-
mente su mano en su hombro y sujetó su mano 
como si no quisiera soltarle nunca. Comenzó el 
vals y eran los únicos en la pista, ya que nadie 
más sabía bailarlo.


El ambiente se llenó de rosados pétalos de cerezo. 
Se mecían al ritmo de la música, y sin querer, se 
dejaron llevar. Ella apoyo su cabeza en el hombro 
de él, y él por su parte, la abrazó por la espalda. 
Era como un sueño, el ambiente lo propiciaba. 
Estaban en las nubes cuando ella le susurró al oído...
-¿Quién eres? ¿En qué lugar estabas que nunca 
te había visto?- Dorei sonrió y respondió con cierta 
emoción.
-Soy un fantasma a la sombra de una estrella. Soy 
el esclavo enamorado de una doncella hechicera. 
Soy el caballero que busca desesperado una palabra 
de su princesa. Soy... simplemente un chico 
desesperadamente enamorado-.
Misuru, sorprendida lo miró y fue sorprendida por 
un cálido beso. Ella no se resistió, al contrario, le 
siguió el juego. Cuando este acabó por falta de aire 
por ambos lados, ella abrió los ojos y no encontró 
al hombre de sus sueños.
Buscó y buscó. Pero no hubo resultados. Triste fue 
donde sus amigas que la esperaban ansiosas. Al verla 
triste, le preguntaron la causa de esos ojos llenos de 
lágrimas.
-Había encontrado al hombre de sus sueños. A el 
caballero de mis fantasías. A el príncipe que vendría a 
buscarme y a hacerme feliz- Sus amigas le miraron y 
le dijeron con pena
-Misuru-Chan, el chico con el que bailaste... era 
Koishiteiru Dorei, el mateo del salón-
Misuru les miró, sorprendida. Nunca miró a aquel 
chico, nunca notó su persistente mirada enamorada
ni su persona ansioso de amarle. Para ella, era un 
desconocido más. Su amante desconocido.

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