martes, 8 de noviembre de 2011

Te espero.

Sentada estaba mirando el cielo,
a las nubes y al sol,
de pronto te cruzaste por mis ojos
y algo nuevo nació en mi.
Tus colores me cegaron.
Tu calidez me sonrojó.
Te seguí, con la mirada te seguí.
Me correspondías,
me comenzaste a rodear.

Tu imagen estaba en cada árbol,
cada estrella, cada latir de mi corazón.

Ahora extraño cada mañana,
tus brazos en mi cintura,
tus labios en mi cuello,
tu persona en mi cama.
Cada día despierto con la esperanza
de encontrarte a mi lado.
Más, sólo encuentro el espacio
frío de la cama desocupada.

No hago más que mirar
hacia la ventana, que da a esa
hermosa cordillera.
Tan hermosa como tú, pero horrible
al momento que nos separa.
¡Oh! Triste y agónica espera.
Regresa pronto que mis labios se empalan, 

mi corazón deja de latir
y mis manos se enfrían.

Vuelve pronto, con tu apuesto porte
y tu seductor acento.
Porque aquí te espero el tiempo
que sea necesario. Te esperaré.
Vuelve pronto
De Javiera a Martín.
Creación de la Dueña del Blog

No hay comentarios:

Publicar un comentario