Ya los sueños recurrentes no son los mismos.
¿Quedará algo de inocencia en mi ser después de todo?
Mi infancia me mira y me avergüenzo...
Ya sólo me queda cobijarme entre las sábanas,
abrazando a mi peluche
en busca de refugio.
Es placentero, esos sueños lo son...
Pero me asustan aún...